El Plan de Igualdad
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El Plan de Igualdad

Últimamente se habla mucho de los Planes de Igualdad. Una herramienta realmente útil en el desarrollo de los recursos humanos en la empresa.

La legalidad reconoce el rol fundamental que tiene el ámbito del trabajo para garantizar una real igualdad entre mujeres y hombres. Principalmente, es la Ley Orgánica 03/2007 del 22 de marzo, la que cobra mayor relevancia en el contexto laboral.

La sanción por no cumplir con esta ley puede alcanzar los 190.000 €. Si las razones éticas no nos convencen, tal vez lo hagan las razones económicas.

Según esta ley las empresas que:

  • Cuentan con más de 250 trabajadores.
  • El convenio colectivo aplicable lo indique.
  • Por sanciones de la autoridad laboral.

 

Están obligadas a:

  • La elaboración de Planes de Igualdad
  • El desarrollo de medidas de Responsabilidad Social de las empresas
  • La participación equilibrada de mujeres y hombres en los Consejos de Administración.

Un Plan de Igualdad es un conjunto ordenado de medidas adoptadas por la empresa después de realizar un diagnóstico de situación, tendentes a alcanzar en la empresa la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres y a eliminar la discriminación por razón de sexo.

  1. Compromiso de la organización: es la alta dirección la que en primera instancia debe generar un compromiso por escrito, en el que se plasme la intención de integrar la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, que este se incluya como política de la empresa, principalmente, en la gestión de los recursos humanos y facilitar los recursos necesarios. En esta fase se debe comunicar a toda la plantilla la decisión tomada.
  2. Comisión permanente de igualdad: desde la fase previa se ha definido un equipo de trabajo, en esta fase debe formalizarse. Este debe conformarse de manera igualitaria empresa y representación de trabajadoras y trabajadores.
  3. Diagnóstico: en esta fase se hará un análisis detallado de la situación de igualdad de la empresa, en cuanto a oportunidades y trato. Para lo cual será necesario utilizar instrumentos de recogida de información. Cabe señalar que el análisis debe hacerse desde una perspectiva de género. Las conclusiones y áreas de mejora detectadas deben plasmarse en un informe.
  4. Programación: esta es la fase en la que se elabora el plan, se definen objetivos concretos, primero a largo y luego a corto plazo, en función del diagnóstico. En definitiva, se dará contenido al plan de igualdad, el cual puede enfocarse en materias de acceso al empleo, clasificación profesional, promoción y formación, retribuciones, ordenación del tiempo, la conciliación laboral, personal y familiar, y prevención del acoso sexual y del acoso por razón de sexo. Además, se establecen las acciones concretas. Lo importante en este momento es la coherencia entre objetivos y acciones, establecimiento de plazos concretos, personas responsables y recursos a destinar. Todo esto se concreta en un calendario. Así mismo, deberán establecerse indicadores de logro de los objetivos.
  5. Implementación: es el momento en el que se ponen en práctica las acciones concretas diseñadas en la fase anterior.
  6. Evaluación: luego del tiempo determinado en la programación, debe generarse una instancia de reflexión donde se analicen los resultados de las acciones de plan, el proceso de implementación y el impacto del pan en la empresa. En este momento se utilizarán los indicadores de logro diseñados en la fase de programación.

Siguiendo estos pasos, será posible que las empresas cuenten con un Plan de Igualdad que realmente responde a las necesidades de la empresa y sus trabajadores. Lo cual beneficiará en aspectos como: satisfacción laboral y mejor gestión de los recursos humanos, lo que se puede traducir en mayor productividad y competitividad.

Así mismo al potenciar la diversidad, se está fomentando la creatividad y la innovación en los equipos de trabajo.